ríete,
mucho;
ríete tanto que duela.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Días grises.

Hoy me he permitido volver a preguntar por ti.

Con un par de copas de más 
y quizás unas cuantas preguntas
de las que aún 
no sé si quiero respuesta.

Dios mío como te echo de menos,
no lo sabes bien,
nadie lo sabe.

Sigo teniendo miedo a preguntarme
qué siento;
si es que todavía queda algo aquí 
de ti
que pudo ser de dos. 

Dios mío como nos echo de menos,
las velas consumidas
los pósters en la pared
y las sonrisas.

Seguimos pensando que no se puede
cuando en realidad
siempre pudimos,
solo que
a nosotros
nos daba demasiado miedo caer
y optamos por tirarnos,
así la caída dolería menos.

Qué mentira.

Y me estoy cansando de hablar de pedazos
y rotos
porque nada cambia;
mi amor,
ni siquiera esto cambia,
todo lo que
sentimos
algún día.

Y hoy, que me he permitido volver a preguntar por ti.
Hoy.
He vuelto a abrir los ojos
para ver
que sigues sin estar ahí.